¡Bienvenidos de nuevo a la rutina de terapia!



 ¡Bienvenidos de nuevo a la rutina de terapia!




Sabemos que el verano fue un tiempo para relajarse, recargar energías y disfrutar de un merecido descanso. Ahora que las vacaciones han terminado, es el momento perfecto para retomar nuestras sesiones con entusiasmo renovado. Ya sea que seas un adulto reenfocando tus metas o un padre guiando a tu hijo, aquí hay cinco razones clave para abrazar el regreso a la terapia este semestre.


  • Recapitula y reflexiona: Las vacaciones nos brindan la oportunidad de desconectar y ver las cosas desde una nueva perspectiva. Ahora es el momento de reflexionar sobre cuánto has crecido o cuánto ha avanzado tu hijo. ¿Notas nuevas habilidades, mayor confianza o logros en áreas antes desafiantes? Volvamos a nuestras sesiones con una comprensión más profunda de estos progresos y listos para seguir avanzando.


  • Redefinir metas: Después de un descanso, puede ser útil reevaluar tus metas terapéuticas. Tal vez las necesidades han cambiado o ahora hay nuevas prioridades. Para los padres, esto podría significar ajustar las metas de desarrollo de tu hijo para alinearse mejor con su nivel actual. Para adultos, este es un buen momento para revisar tus propios objetivos y asegurarte de que estén en sintonía con lo que realmente deseas alcanzar.


  • Retomar el ritmo: Las vacaciones a menudo alteran las rutinas diarias, pero ahora que estás de vuelta, es vital retomar el ritmo de las sesiones regulares. La consistencia es clave para consolidar lo aprendido y para seguir progresando. Aprovecha este reinicio para fortalecer la estructura que te ayudará a mantener el enfoque durante el resto del año.


  • Reintegrar habilidades: Ya sea para ti o para tu hijo, lo que se aprende en terapia debe ser aplicable a la vida diaria. Ahora que regresamos, es importante reintegrar esas habilidades en la rutina cotidiana. Ya sea practicando técnicas de comunicación en casa, aplicando estrategias de manejo del estrés en el trabajo, o usando las herramientas de terapia en situaciones sociales, esta es tu oportunidad de solidificar esos aprendizajes.


  • Reforzar la confianza: Las vacaciones pueden ser un buen recordatorio de que has adquirido habilidades valiosas que te han ayudado a disfrutar de tu tiempo libre con mayor facilidad. Ahora, a medida que volvemos a la terapia, podemos enfocarnos en reforzar esa confianza tanto en lo que ya has logrado como en lo que está por venir. Para los padres, ver cómo tu hijo ha manejado situaciones nuevas durante el verano puede ser una señal de que está listo para nuevos desafíos.



Estamos emocionados de verte de nuevo y de continuar este camino juntos. 



¡Vamos a hacer de este regreso a la terapia una experiencia positiva y productiva!

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